Un viaje de emociones: cómo afrontar la migración con hijos
¿Migraste con tus hijos, estás pensando en hacerlo? Quienes los han hecho saben que es un proceso cargado de emociones intensas que pueden acompañar a la madre cuando ha decidido emprender la migración con sus hijos, pero que también pueden ofrecer oportunidades de crecimiento emocional.
Este tema fue conversado en el Jueves de Contención, Instagram Live producido por el Espacio de Contención de Asoven, con María Gabriel Ortiz, psicóloga clínica y psicoterapeuta integral sistémica, quien señaló la necesidad de visibilizar una realidad de la que poco se habla, pero que cada madre migrante experimenta durante su proceso migratorio.
Entre las emociones que más claramente se identifican son el miedo, la culpa, frustraciones, tristezas, desesperanzas y soledad, incluso durante un sondeo previo realizado al público migrante seguidores de las redes de Asoven, estos fueron los que en mayor medida fueron manifestados.
Ante esta realidad, una de las primeras cosas comentadas por María Gabriela, es que todas las emociones cumplen una función, incluso el miedo o la culpa, sin embargo, quedarnos detenidos en éstas nos pueden impedir continuar, porque no nos llevan a un plan de acción.
Además, también recordó que nuestros procesos emocionales migran con nosotros, para evitar la sensación de frustración ante una idealización de lo que podría significar el migrar. Por esta razón, darnos el tiempo para observarnos a nosotros mismos es indispensable, para “encontrar una manera útil, amorosa y compasiva para mirar estos momentos críticos y sentirnos fortalecidas en el proceso”.
También advirtió que la exigencia y percepción social de los roles de padres o madres puede afectar la manera en que nos sentimos ante nuestro propio desempeño, es decir, a veces la sociedad exige una madre “guerrera” o “que puede con todo” y esto puede hacer difícil o hacerla caer en la sensación de culpa cuando requiere apoyo.
Otro punto importante, es prestar mucha atención y ayudar a nuestros hijos a procesar sus propias emociones, ante las pérdidas que ellos viven, por ejemplo, su familia, sus amigos e incluso sus juguetes y sus pertenencias: “¿Quieres que donemos tus juguetes?, ¿Se los regalamos a tus primos o los guardamos?”.
Si postergamos atender estas situaciones, quizás por priorizar toda la complejidad de procesos que requiere la migración, se pueden convertir en una bomba de tiempo, que podría afectar el desenvolvimiento del niño en el país de llegada.
Compartimos algunas de las recomendaciones aportadas por la especialista, no sólo desde su conocimiento y experiencia profesional, sino desde su propia vivencia:
- Darte la oportunidad de reconocer y aceptar tus propias emociones, deseos y necesidades.
- Atender y acompañar el proceso emocional de los niños que viajan contigo.
- Reconocer y permitir nuestros duelos.
- Tener una mirada atenta y compasiva con lo que sentimos.
- Crea un círculo de apoyo. No temas pedir ayuda si la necesitas. Sobre este punto, recuerda que puedes escribir a apoyar@asoven.com.ar o al Instagram del @espaciodecontencion, en el que voluntarios especialistas te pueden orientar hacia dónde dirigirte para recibir ayuda y/o acompañamiento psicosocial de manera gratuita.
Por Quintín Rodríguez | @5to2do | 22 de mayo, 2021